Opinión

El pasado 1 de julio se entregaron, por tercer año, los Premios DIPLOCAT, en la Diplomacia Empresarial Catalana, organizados por el Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña y PIMEC.

Unos premios creados para destacar aquellas empresas que con su actividad internacional contribuyen a la proyección y la imagen de Cataluña en el mundo.

Albet i Noya ha sido una de las empresas finalistas de este concurso y ha sido la única empresa del sector del vino catalán nombrada por este galardón, lo que refuerza el compromiso de Albet i Noya hacia Cataluña y le otorga la representación de embajadores como viticultores del territorio catalán y especialmente del Penedès, donde Albet i Noya tiene sus raíces.

Este reconocimiento también pone de manifiesto la labor de la bodega hacia la focalización de sus acciones comerciales hacia países, regiones y mercados de carácter internacional, siempre poniendo énfasis en nuestra cultura, personalidad y voluntad de convertirse en un país libre, reforzando y mejorando así la reputación de Cataluña todo el mundo.

Las otras empresas que también fueron finalistas son Azimut 360, CYGYC y Rolle y el premio se lo llevó la cervecería Moritz.
Los objetivos de la diplomacia empresarial son difundir la marca país, focalizar las acciones hacia regiones, mercados y países prioritarios, eliminar los obstáculos a los intercambios comerciales, mejorar la reputación internacional de Cataluña y, en definitiva, aumentar los negocios y las inversiones.

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